La cúrcuma es una planta originaria de Asia, cuya raíz se utiliza como condimento y colorante natural en la gastronomía de muchos países. Su sabor es ligeramente amargo y picante, y su color es amarillo intenso. Pero la cúrcuma no solo es un ingrediente culinario, sino también un remedio natural con propiedades medicinales reconocidas por la ciencia.
¿Qué contiene la cúrcuma?
El principal componente activo de la cúrcuma es la curcumina, un compuesto químico que le confiere su color característico y su acción antioxidante y antiinflamatoria. La curcumina representa entre el 2% y el 5% del peso de la cúrcuma, y se absorbe mejor cuando se consume junto con pimienta negra, que contiene piperina, una sustancia que aumenta su biodisponibilidad.
Además de la curcumina, la cúrcuma contiene otros nutrientes como vitaminas (B1, B2, B3, B6, C, E y K), minerales (calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio, sodio y zinc), fibra, proteínas y carbohidratos.
¿Qué beneficios tiene la cúrcuma para la salud?
La cúrcuma es una especia con múltiples beneficios para la salud, avalados por numerosos estudios científicos. Entre ellos, se destacan los siguientes:
- Combate la inflamación y el estrés oxidativo en el organismo. La curcumina tiene un efecto antiinflamatorio comparable al de algunos fármacos, pero sin los efectos secundarios. Además, es un potente antioxidante que neutraliza los radicales libres, que son moléculas que dañan las células y el ADN.
- Tiene acción analgésica, antibacteriana y antifúngica. La cúrcuma puede aliviar el dolor causado por diversas condiciones, como la artritis, el síndrome premenstrual, las úlceras o las heridas. También puede prevenir o tratar infecciones bacterianas y fúngicas, como el Helicobacter pylori, que provoca gastritis y úlceras, o la Candida albicans, que causa candidiasis.
- Protege la salud del corazón. La cúrcuma puede mejorar la función endotelial, que es la capacidad de los vasos sanguíneos de dilatarse y contraerse adecuadamente. Esto previene la formación de coágulos y la hipertensión arterial, que son factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. Además, la cúrcuma puede reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre, que son otras sustancias que pueden obstruir las arterias.
- Favorece un mejor control de la diabetes. La cúrcuma puede ayudar a regular los niveles de glucosa en la sangre, al aumentar la sensibilidad a la insulina, la hormona que facilita el transporte de la glucosa a las células. Esto puede prevenir o retrasar la aparición de la diabetes tipo 2, o mejorar el manejo de la misma en las personas que ya la padecen.
- Tiene efecto neuroprotector y anticancerígeno. La cúrcuma puede estimular el crecimiento de nuevas neuronas y mejorar la memoria y el aprendizaje. También puede proteger el cerebro de enfermedades degenerativas, como el Alzheimer o el Parkinson, al reducir la inflamación y la acumulación de placas amiloides. Por otro lado, la cúrcuma puede inhibir el crecimiento y la propagación de células cancerosas, al inducir la apoptosis o muerte celular programada, y al bloquear la angiogénesis o formación de nuevos vasos sanguíneos que alimentan los tumores.
- Promueve la buena salud y belleza de la piel y el cabello. La cúrcuma puede mejorar el aspecto y la salud de la piel y el cabello, al aportar antioxidantes, vitaminas y minerales que los nutren y los protegen. La cúrcuma puede prevenir o tratar problemas como el acné, la psoriasis, el eczema, las arrugas, las manchas, las quemaduras o las heridas. También puede estimular el crecimiento y el brillo del cabello, y prevenir o retrasar la aparición de canas.
¿Cómo consumir la cúrcuma?
La cúrcuma se puede consumir de diversas formas, según el gusto y la necesidad de cada persona. Algunas de las más comunes son:
- En polvo. Es la forma más fácil y versátil de consumir la cúrcuma. Se puede añadir a sopas, guisos, arroces, ensaladas, salsas, batidos, infusiones o leches vegetales. Se recomienda consumir entre una y tres cucharaditas al día, y acompañarla con pimienta negra y una fuente de grasa, como el aceite de oliva o el coco, para mejorar su absorción.
- En cápsulas. Es la forma más cómoda y práctica de consumir la cúrcuma, especialmente si se busca un efecto terapéutico. Se pueden encontrar cápsulas de cúrcuma sola o combinada con otros ingredientes, como la pimienta negra, el jengibre o el ajo. Se recomienda seguir las indicaciones del fabricante y consultar con un profesional de la salud antes de tomarlas.
- En pasta. Es una forma de preparar la cúrcuma para aplicarla sobre la piel o el cabello, y aprovechar sus beneficios cosméticos. Se puede mezclar la cúrcuma en polvo con agua, miel, yogur, aloe vera o aceite de coco, hasta formar una pasta homogénea. Se aplica sobre la zona deseada, se deja actuar entre 10 y 20 minutos, y se enjuaga con agua tibia.
¿Qué precauciones hay que tener al consumir la cúrcuma?
La cúrcuma es una especia segura y bien tolerada por la mayoría de las personas, siempre que se consuma con moderación y sentido común. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que se debe tener precaución o evitar su consumo, como las siguientes:
- Alergia. Algunas personas pueden ser alérgicas a la cúrcuma o a alguno de sus componentes, y presentar síntomas como erupción cutánea, picor, hinchazón, dificultad para respirar o anafilaxia. En caso de sospecha de alergia, se debe suspender el consumo de cúrcuma y consultar con un médico.
- Embarazo y lactancia. No hay suficiente evidencia sobre la seguridad de la cúrcuma durante el embarazo y la lactancia, por lo que se recomienda evitar su consumo en estas etapas, salvo indicación médica. La cúrcuma podría tener un efecto estimulante sobre el útero, lo que podría provocar un aborto o un parto prematuro. También podría pasar a la leche materna y afectar al bebé.
- Problemas digestivos. La cúrcuma puede irritar el estómago y el intestino, y causar acidez, reflujo, diarrea o cólicos, especialmente si se consume en exceso o en ayunas. Las personas con úlceras, gastritis, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o síndrome del intestino irritable, deben consumir la cúrcuma con precaución y bajo supervisión
Artículo creado por Todofrutossecos.es
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