Recetas
Los frutos secos son un producto típico de la dieta mediterránea que podemos emplear en todo tipo de recetas, como ingrediente principal o como guarnición.
El otoño es tiempo de frutos secos: castañas, nueces, piñones… Es la época ideal para consumir este tipo de productos, aunque también lo podemos hacer el resto del año.
Los frutos secos están considerados como una fuente importante de energía, son alimentos ricos en proteínas, fibra, minerales, vitaminas E y C (antioxidantes) y al contener un elevado aporte de grasas insaturadas (que ayudan a reducir el nivel de colesterol malo), se convierten en productos altamente recomendables dentro de una dieta sana y equilibrada.
Almendras, avellanas, pasas, pistachos, nueces, anacardos, etc. tienen la facilidad de adaptarse a cualquier tipo de plato. Su versatilidad hace que podamos emplearlos en multitud de elaboraciones, añadiendo así a nuestros platos un toque diferente, tanto a los dulces como a los salados.